CÁRCEL Y JUSTICIA PENAL

La experiencia en la provincia de Entre Ríos

Por Elías Carranza

“A pesar de los esfuerzos minimalistas para reducir la prisión, desde la década del 2000 presenciamos las tasas penitenciarias más altas en la historia de la humanidad, con gran hacinamiento y deterioro de las funciones básicas de las prisiones, y las alternativas a la justicia penal y a la pena de prisión no logran evitar el fenómeno de la “expansión de la red”. La situación es especialmente grave en los países de bajos y de medianos ingresos, categoría que incluye a todos los de América Latina. Múltiples teorías -que se enuncian- fundamentan la pena de prisión, empero, paralelamente a ellas, las Naciones Unidas han logrado consenso en una serie de principios que constituyen un modelo penitenciario “de derechos y obligaciones”. Asimismo han logrado consenso sobre un modelo integral de justicia penal. El acelerado crecimiento penitenciario en la región está condicionado por dos factores que se retroalimentan entre sí: el aumento de ciertos delitos, y las políticas que responden al delito y a otros problemas sociales con más drástica justicia penal. Los porcentajes de personas presas sin condena se mantienen altos. La relación numérica personas presas por persona funcionaria indica que en casi todos los países hay grave carencia de personal penitenciario. Las mujeres presas constituyen entre el 3 y el 12% del total de personas presas en cada país. El aumento de los delitos contra las personas y contra la propiedad tiene correlación estadística con la creciente inequidad de la distribución del ingreso, que en América Latina y el Caribe es la más alta entre todas las regiones del mundo, y el Banco Mundial indica que es cada vez mayor entre los países de altos ingresos y los de bajos y medianos ingresos, categoría esta última a la que pertenecen todos los de América Latina. La globalización, tal como está siendo gestionada, distribuye inequitativamente no solamente el ingreso, sino también la criminalidad. El panorama global exhibe que paralelamente a la situación existente en los países de medianos y bajos ingresos, en numerosos países de altos ingresos la criminalidad ha venido decreciendo desde la década de los años noventa. No obstante, las tasas de presos y presas aumentan en tales países por sus altos porcentajes de personas migrantes presas que llegaron clandestinamente en busca de trabajo provenientes del Este de Europa, Asia, África y América Latina. En materia de justicia penal la Provincia de Entre Ríos tiene una situación excepcional en el contexto nacional y latinoamericano. Con aproximadamente 1.300.000 habitantes, y 992 personas presas, exhibe una tasa muy baja de 76 personas presas por cada cien mil habitantes. En cuanto a la densidad de su sistema penitenciario, tiene capacidad para albergar 923 personas presas, habiendo 992, lo que significa una densidad de 107%. Respecto de la situación jurídica de las personas presas, la provincia exhibe el 28% sin condena, lo que también en este punto habla muy bien respecto del funcionamiento del sector judicatura, ministerio público y defensa.”

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Términos mencionados en esta doctrina: presas, personas, justicia, países, ingresos, situación, penitenciario, provincia, medianos.